Juan necesita cambiar su  lavarropas, hace 3 años se lo podría haber comprado en efectivo, con tarjeta de crédito o crédito personal…

Hoy comprar un pequeño lavarropas requiere de un poder de planificación en donde quizás haga participar a todos los medios de pago a su alcance para poder llegar al mismo.

Los precios de los productos se dispararon en parte por el valor del dólar, en parte por especulación y en una pequeña porción por falta de mercadería.

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Pagar un lavarropas que tiene un valor aproximado de $42.000 pesos en efectivo es muy difícil para Juan debido a su alto precio vs el congelamiento prácticamente de sus ingresos. Si Juan lo paga en efectivo no puede pagar su alquiler, celular, seguro del auto, comida, etc..

 

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Como hace Juan entonces?

Juan puede pagar con tarjeta de crédito o crédito personal en teoría..

Aquí el primer dilema tarjetas de crédito, las mismas tienen un límite de compras en contado y cuotas pero el mismo al igual que los sueldos no fue indexado en los últimos años y cuesta mucho que te extiendan más el límite en el contexto económico actual por la tanto la compra del lavarropas con una sola tarjeta es muy difícil. Juan tiene que al menos utilizar dos tarjetas de crédito o pagar una parte en efectivo y otra con tarjeta , lo que empieza a complicar sus cálculos y la decisión de compra.

A esto sumémosle que si estas pagando el mínimo de la tarjeta, algo que está sucediendo mucho en clientes bancarizados que se sobre endeudaron estos meses, la tarjeta termina convirtiéndose en una bola de nieve impagable para la mayoría de las personas con ingresos fijos.

Cuál es la opción final que le queda a Juan para comprar un producto de estas características sin quebrar en el proceso?

Bien aquí vienen los créditos personales

Préstamo en efectivo:

Sacar un préstamo en efectivo para comprar este producto seria básicamente adquirir un compromiso de pago con tasas muy altas y con un plazo no menor a los 12 pagos, no importa si lo sacas en un banco o financiera todos básicamente tienen una base de cálculo similar para calcular el RCI (que es la relación cuota ingreso que podes pagar según tus ingresos).

Créditos para consumo:

El crédito para consumo de estos productos es generalmente dado por los retail y estos tienen un plazo mayor pudiendo otorgar según la calificación del cliente hasta 24 cuotas, pero la tasa y el costo financiero total termina para el lavarropas de Juan es casi el doble de su valor original. Algo que solo Juan está dispuesto a aceptar si no le queda ninguna otra alternativas de pago y realmente necesita ese lavarropas.

Pero esto no fue siempre asi..

Los medios de pagos basados en los créditos están en crisis en Argentina, nadie quiere asumir mas riesgo del existente, la mora se disparó en todos los sectores y  ya no es viable segmentar a los cliente por nivel de riesgo porque todos están sufriendo hace años una pérdida de su capacidad de pago y a esto sumemos todas las variables al covid y crisis constante de los últimos años.

Anteriormente pagar con crédito personal era una alternativa atractiva para el cliente que no tenía tarjeta de crédito o pretendía no utilizar ese disponible para la compra de un producto y reservarlo para la compra de comida o ropa.

La tasa no era muy alta, los punitorios eran aceptables en caso de no poder enfrentar un pago, etc..

Hoy no sucede eso, no pagar una cuota o pagar el mínimo de la tarjeta de crédito implicaría activar el sistema de penalización de punitorios diarios, con coeficientes que cabían según el medio de pago utilizado e  incrementando la deuda del cliente de manera exponencial llevando a muchos a casos a optar de manera forzada por el no pago de sus compromisos, no por que quieran sino porque su capacidad de pago no puede enfrentar el mismo.

 

En Resumen Juan tiene dos opciones la comprar utilizando un mix de medios de pago y arriesgándose a no poder pagar alguno de ellos en el futuro cercano o esperar un tiempo con la creencia de que las cosas mejoraran  de alguna manera y que las tarjetas de crédito indexaran automáticamente su monto máximo para utilizar, permitiéndole llegar  a cubrir la compra de su producto que solo es viable con los planes vigentes subsidiados por el estado, en donde solo aplican a las tarjetas emitidas por entidades  bancarias y deja afuera a un gran porcentaje de clientes que no tienen tarjetas bancarias pero si tarjeta de crédito.

 

Antes las fintechs daban una mano con esto..  Pero no nos olvidemos que las fintech fueron muy golpeadas por el actual gobierno, la imposibilidad de poder debitar las cuotas de los créditos para sus nuevos otorgamientos, llevo a muchas fintech directamente a frenar su operación actual en el país y a continuar invirtiendo en otros países en donde la posibilidad de recupero es más alta al poder tener esta herramienta disponible, ni hablemos de la inflación.

Como reflexión final podríamos agregar que todo indica que el consumo va a seguir  deteniéndose no solo ahora por la falta de empleo, sino también por la falta de alternativas de financiación y crédito personal.

 

Saludos Matias Devin

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